La Mente del Mariscal

Decía que hay dos conceptos que hay que asumir si queremos entender la realidad en la que hoy vivimos: «La Mente del Mariscal» y «El Matón de Patio de Colegio».Muchas veces cuando hablas de ciertos hechos históricos, incluso de la historia reciente, te encuentras que la dificultad que tienen las personas para asumir su origen verdadero es no comprender «La Mente del Mariscal», ven el mundo con los ojos del soldado, si acaso alguno del sargento y pocos, muy pocos, siquiera del capitán, aunque sean directivos empresariales o empresarios, tal vez porque la frialdad emocional que hace falta para tener esa mente es algo propio quizás de otra especie que la humana, no tiene nada que ver con la grandeza que subconscientemente se le atribuye a un mariscal.

La mente del mariscalEs fácil de comprender de entrada esa mente: Te imaginas una persona en lo que es el cuartel general de un ejército mirando un mapa en el que ciertas piezas representan divisiones del ejército, y las mueve adelante o atrás en función de su propia consideración de lo que debe hacer para ganar esa batalla o guerra. Por ejemplo, hay una posición que hay que tomar, avanza quizás dos o tres piezas y espera el resultado, pongamos que no funciona… Buenos, pues avanza otras cinco o seis esta vez… Y así hasta que acierta o se queda sin piezas para avanzar. El problema es que cada pieza, cada división, son entre 10.000 y 20.000 hombres… En la ofensiva de Rusia Hitler disponía de más de 250 divisiones… Los contrarios tuvieron que poner, evidentemente, una cantidad igual o mayor sobre el tapete para enfrentarle, millones de hombres muriendo, siendo mutilados y perdiéndolo todo en ese juego que se realiza en una confortable y cómoda habitación donde todo eso está muy lejos, y no me refiero ya a la habitación del militar que es mariscal, sino la del que puso ahí a ese mariscal.

Dicho así a nadie le resulta difícil de entender, porque es la guerra, el problema es que la guerra no es casual, también está provocada por gente con esa mentalidad, gente que sabe lo que va a pasar pero que también sabe no va a tener que ir a morir. Como dijo alguien una vez: «La guerra es una masacre entre gente que no se conoce en beneficio de gente que sí se conoce pero que no se masacra». Y ahí, en ese otro entendimiento, es como dice alguien «donde la matan…», porque en el origen de la guerra o de cualquier otro conflicto humano que lleva a la miseria y el desastre para miles o millones siempre esta «La Mente del Mariscal». Sigue leyendo

Para comprender la realidad hay que cambiar el chip

Nadie pregunta nada mientras las cosas parecen ir bien...

Así es como son las cosas con la gente. Nadie se preocupa de cómo funciona mientras funcionen (Matrix).

Cuando hablas con las personas sobre lo que está sucediendo recuerdas inevitablemente lo que decía Ortega y Gasset en «La Rebelión de las Masas»:

Los oiréis hablar en fórmulas taxativas sobre sí mismos y sobre su Contorno, lo cual indicaría que poseen ideas sobre todo ello. Pero si analizáis someramente esas ideas, notaréis que no reflejan mucho ni poco la realidad a que parecen referirse, y si ahondáis más en el análisis, hallaréis que ni siquiera pretenden ajustarse a tal realidad. Todo lo contrario: el individuo trata con ellas de interceptar su propia visión de lo real, de su vida misma. Porque la vida es por lo pronto un caos donde uno está perdido. El hombre lo sospecha; pero le aterra encontrarse cara a cara con esa terrible realidad y procura ocultarla con un telón fantasmagórico, donde todo está muy claro. Le trae sin cuidado que sus «ideas» no sean verdaderas; las emplea como trincheras para defenderse de su vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad.

Hay una incapacidad general para comprender lo que está pasando porque ni la educación que hemos recibido ni la información que recibimos están ahí para ayudarnos a comprender, sino sólo para evitarnos poder siquiera de lejos comprender… Esto pasa no sólo en el área de la economía, sino en todas las áreas del conocimiento como podremos ver en otro momento, pero ahora nos vamos a centrar en la más inmediata: La economía y su impacto en nuestras vidas y futuro. Sigue leyendo